Jamás hubieran pensado en la casa blanca que ayer iban a sentir tal humillación, una derrota tan dolorosa, tan machacante.
El orgullo merengue barrido de un plumazo.
No fue más que lo que tenía que pasar, lo justo, lo que nos merecíamos los aficionados a este deporte, un Barcelona arrollador, sintiéndose y sabiéndose muy superior, una máquina de tratar el balón con exquisitez, me quedo con las palabras del impresentable de Valdano - este Barcelona parece que tiene prohibido marcar un gol hasta que no toque el balón todo el equipo-. Sí, Sr. Valdano, este Barcelona es una potente máquina de hacer fútbol, no tiene miedo a nadie, ni siquiera a una casa blanca tan hostil.
Duele, y mucho ver como Puyol se quita el brazalete y lo besa mirando al tendido, como Piqué se besa su escudo dedicándoselo a toda la parroquia merengue, esto tiene que doler.
Como digo, no pasó más que lo que tenía que pasar. Ganó el equipo, la conjunción, las estrellas unidas, los que llevan toda la temporada barriendo a cuantos se les ponen delante. Perdió el Madrid, la reunión de estrellas estrelladas unas con otras, cada una a su rollo, a ver quien lo hace mejor.
Mucho tienen que cambiar las cosas, sobre todo en casa de Boluda, para que este Madrid le plante cara a este nuevo Dream-Team.
domingo, 3 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Por motivos mayores ayer no pude ver el partido,cuando puse el teletexto y ví el 2-6 creia que estaban dando el resultado de nadal en roma,me froté la mirada y ví que era el resultado del bernabeu,nada nuevo ni sorprendente,es a dia de hoy la diferencia de uno con otro equipo,lastima de no coincidir con el mejor sevilla de hace dos años,por otra parte porque tienen a uno de los mejores que aqui nos dió tanto en la banda derecha,felicidades al fútbol,para mi es lo mas importante cuando de por medio no está mi sevilla fútbol club.
ResponderEliminarA ver si se callan ya esos cantamañanas que daban como favoritos a los de la capital de España para poder vender más periódicos.
ResponderEliminarTriunfó el fútbol. Ese Barcelona discreto en las declaraciones, y rotundo en donde se tiene que hablar: el el campo. A pesar de que nos convenía que ganara el Madrid, me alegré muchísimo del resultado de ayer. No porque le desee el mal al Madrid, sino porque me gusta pensar que la vida pone a cada uno en el lugar que se merece, y eso fue justo lo que les ocurrió ayer a los cantamañanas de los que hablaba al principio.
Un saludo.